La baraja de tarot se puede considerar como una herramienta mágica y como tal hay que cuidarla. Las cartas van cogiendo energia después de cada consulta que hacemos, siendo necesario hacerles una limpieza diaria para volverlas luego a recargar.
Esta limpieza no sólo se hace después de usarla en las consultas,
también para limpiarlas de la energia de otras personas que hayan tocado la baraja, si es
nueva y la acabas de comprar, si es antigua y lleva mucho tiempo sin ser
utilizada, si se te han caido al suelo o simplemente cuando quieras
volver a reconectar con tus cartas.
Ordenaremos las cartas según su numeración, primero los arcanos mayores del 0 al 21 y luego los arcanos menores distribuidos en sus correspondientes palos: oros, copas, bastos y espadas y ordenados también por su numeración.
Luego envolver la baraja en un pañuelo de algodón o seda y la guardamos en una caja o bolsa de tela con un poco de sal gorda dentro para que absorba toda la negatividad que pueda tener.
Para volver a recargarlas podemos o bien dejarlas toda la noche a la luz de la luna o ponerles
encima algún cuarzo blanco, amatista o cualquier otro cristal o amuleto y ya estarán listas para su próximo uso.
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