Los arcanos del tarot son espejos de nosotros mismos, reflejan nuestros sentimientos, intereses, creencias, nuestro espíritu y pasión, es más que una herramienta de adivinación, nos ayuda a conectar también con el universo interior y exterior, atrae o repele diferentes energías.
Nuestras cartas tienen consciencia propia, un espíritu libre, que puede ser tu aliado si conectamos correctamente con él creceremos juntos, nos dará energia para tomar luego la decisión más acertada.
El lugar donde hacemos la lectura del tarot tiene que ser como un altar donde recargar nuestra energía. Hay distintas formas para
poder transformar esta energía, abriendo canales.
Puedes poner en una mesa algún instrumento de sónido: campanilla,
cuenco tibetano, una bola armoniosa, platillos, algún elemento de la
tierra que sirva para limpiar: sal, humo de incienso como salvia o pino,
agua bendita, también puedes usar agua expuesta al sol durante 2 horas,
o expuesta al canto de algún mantra por ejemplo, o con hojas de
albahaca santa, encender alguna vela blanca o de algún otro color si
queremos potenciar algo en concreto, también podemos añadir flores,
cristales, cuarzos o piedras.
También podemos acompañarnos del símbolo del infinito, que tiene un gran poder para traer armonia y equilibrio.
Antes de empezar a preguntar o consultar al tarot, ordena lo que tengas alrededor y deshazte de las cosas que ya no signifiquen nada para ti, así liberaremos la energía, intentaremos estar relajados y tranquilos, teniéndo clara la intención de lo que queremos saber y qué queremos conseguir, guíate por tu intuición.
